Hace años, la utilización del colágeno se puso muy de moda. La facilidad de la técnica, junto con sus resultados casi inmediatos sin necesidad de pasar por el quirófano, hicieron del colágeno el número uno de los tratamientos demandados.
El colageno es una proteina que tenemos en el cuerpo. Con el paso de los años, esta cantidad de colágeno va disminuyendo. Como una de sus características es dar una especie de “soporte” a la piel, a medida que el colageno desaparece, nosotros aparentamos la edad que tenemos.
El colágeno está pensado para personas jóvenes que tienen ligeras arrugas debidas a factores externos, como la exposición al frio y al calor o producidas por los gestos que normalmente solemos hacer.
Utilización del colágeno
El colágeno se utiliza mucho para disimular las arrugas que se forman alrededor de los ojos. También se puede utilizar para retocar las cicatrices que se producen si se ha tenido un acné muy severo, pero lo más demandado es el aumentar el volumen de los labios. En determinados casos, el colageno también se puede utilizar para rejuvenecer las manos.
Así mismo, el colágeno también se puede utilizar en el cuello y en el escote. El tiempo necesario para infiltrar el colágeno es de unos 30 minutos y los resultados pueden durar hasta 6 meses.
Durante la infiltración, es normal sentir una pequeña molestia. Aunque se utilizan agujas muy finas, en algunas ocasiones es necesario acudir a algun anestésico debido a la zona a tratar o por la sensibilidad del paciente.
Aun así, no todas las personas pueden beneficiarse de los beneficios del colágeno. Por ejemplo, las mujeres embarazadas, las personas con alergia a la anestesia local … son un grupo que tienen que olvidarse de este tratamiento.
Por eso, es necesario que acudas a un buen profesional de la cirugía estética, el cuál te podrá asesorar sin ningún problema en qué tratamiento te vendrá mejor para disimular los añitos que pasan
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